Primero, aquí hay un pequeño antecedente sobre la intolerancia a la lactosa:_
La lactosa es un disacárido presente en gran cantidad en la leche de los mamíferos. Una vez en el intestino, se hidroliza en glucosa y galactosa, que luego se absorben. La hidrolización de la lactasa depende de una enzima del borde de la escobilla intestinal llamada lactasa.
** La actividad de la lactasa intestinal es mayor durante el período perinatal** (donde la leche es esencial para la alimentación del recién nacido). Después de este período (en general después del período de destete) la actividad de la lactasa disminuye a tasas variables siguiendo una regulación normal de la maduración. Como tal, surgen dos grupos de individuos:
- el grupo de no persistencia de la lactasa con baja actividad de la lactasa (hipolactasia)
- el grupo de persistencia de la lactasa donde el nivel de actividad de la lactasa en la edad adulta es similar o ligeramente inferior (actividad de la lactasa de moderada a alta) al encontrado en el período neonatal.
Algunos estudios han sugerido un patrón geográfico para la distribución de los genes asociados con las dos condiciones (la revisión de Misselwitz et al proporciona una buena visión general).
Curiosamente, la reducción de la actividad de la lactasa no siempre produce síntomas. Sin embargo, cuando se presentan síntomas, se diagnostica intolerancia a la lactosa.
La causa más frecuente de malabsorción de lactosa es la llamada “no persistencia de la lactasa” (deficiencia primaria de lactasa), que se caracteriza por una disminución de la expresión de la lactasa durante la infancia. Nota, en algunos casos raros , la lactasa puede ser completamente carente causando síntomas severos en los recién nacidos (deficiencia congénita de lactasa).
Existen otras causas secundarias de la malabsorción de la lactasa (deficiencia secundaria o adquirida de lactasa): sobrecrecimiento bacteriano del intestino delgado, giardiasis (un tipo de enteritis infecciosa), enfermedad celíaca, enfermedad inflamatoria del intestino. En estos casos, los desórdenes gastrointestinales dañan el borde en cepillo del intestino delgado y conducen a una disminución de la actividad de la lactasa.
Su pregunta
Me dijeron que soy intolerante a la lactosa. ¿Cómo sucedió eso después de tantos años?
Hay varias explicaciones posibles. Primero, algunos estudios han demostrado una mayor incidencia de la intolerancia a la lactosa en los ancianos, sugiriendo que la actividad de la lactasa podría disminuir aún más con la edad. En particular, los individuos que ya tienen una actividad de lactasa intermedia a baja podrían tener un mayor riesgo de desarrollar intolerancia a la lactasa décadas después del período de la infancia. En segundo lugar, no puede excluirse una causa secundaria de deficiencia de lactasa. Por último, un estudio realizado en 1998 demostró que a veces existe una confusión entre la mala digestión de la lactosa y la intolerancia a la lactosa. Mis dos puntos posteriores son, por supuesto, sólo hipótesis , ya que no proporciona suficiente información en su pregunta (en particular cómo se hizo el diagnóstico de la intolerancia a la lactosa)
Su pregunta
¿Es posible recuperar/reconstruir la tolerancia a la lactosa?
No he encontrado ningún estudio realizado en humanos que demuestre que se pueda recuperar la actividad de la lactasa.
El tratamiento actual de la intolerancia a la lactosa tiene como objetivo mejorar los síntomas a la vez que se mantiene una ingesta suficiente de calcio, que puede verse afectada por una dieta restringida con leche. Según un consenso de expertos, el tratamiento inicial de la intolerancia a la lactosa tiene como objetivo la remisión de los síntomas evitando la leche y los productos lácteos. Aquí un interesante extracto de las recomendaciones:
la mayoría de los individuos con malabsorción de lactosa pueden tolerar hasta 12 g de lactosa sin síntomas significativos. Después de la dieta inicialmente restringida, la lactosa debe ser reintroducida gradualmente hasta que el paciente alcance el umbral de los síntomas. En este punto, se pueden adoptar varias medidas de comportamiento para superar los posibles síntomas, como tener productos lácteos fermentados y madurados en la dieta, consumir lactosa junto con otros alimentos y distribuir la ingesta de lactosa a lo largo del día.
Si las medidas mencionadas no proporcionan ningún alivio, se pueden considerar estrategias farmacológicas como los suplementos de lactasa, leche hidrolizada o con reducción de lactosa, probióticos, adaptación colónica y rifaximina. Sin embargo, algunas de estas intervenciones carecen de datos basados en pruebas y muestran una gran variabilidad interindividual.
Fuentes:
- Misselwitz B, Pohl D, Frühauf H, Fried M, Vavricka SR, Fox M. Malabsorción e intolerancia a la lactosa: patogénesis, diagnóstico y tratamiento. United European Gastroenterology Journal. 2013;1(3):151-159.
- Mattar R, de Campos Mazo DF, Carrilho FJ. Intolerancia a la lactosa: diagnóstico, factores genéticos y clínicos. Gastroenterología Clínica y Experimental. 2012;5):113-121.
- Lomer M et al. Artículo de revisión: Intolerancia a la lactosa en la práctica clínica - mitos y realidades. Farmacología y Terapéutica Alimentaria. 2008:27: 93-103.
- Carroccio et al. Intolerancia a la lactosa e intolerancia a la leche: relación con la mala digestión de la lactosa yla ingesta de nutrientes. Grupo de Estudio de la Deficiencia de Lactasa.J Am Coll Nutr. 1998 Dec;17(6):631-6.