Supongamos que su médico le ha dado el visto bueno (por ejemplo, se han descartado problemas metabólicos como la diabetes, problemas de tiroides, etc.), excepto que tiene sobrepeso. El consejo médico que se le ha dado es que debe perder peso a través de la dieta y el ejercicio. El problema ahora es que si intenta hacerlo, se siente cansado, tiene una falta de energía que está interfiriendo con su capacidad de concentración en el trabajo.
Lo mejor que puede hacer es volver a visitar a su médico, pero esta vez aténgase a este consejo, lo que en este caso significa que debe anotar lo que come, cuánto ejercicio hace, cuáles son sus hábitos de sueño y cuáles son sus niveles de energía día a día. Deje claro que las cosas no van bien y que este es un problema persistente como lo demuestran sus registros. El médico puede entonces evaluar si es necesario realizar nuevas pruebas, ya que un certificado de buena salud sólo puede referirse a haber descartado los trastornos metabólicos más comunes, es muy posible que haya otros problemas médicos no tan comunes que aún no se hayan descartado. Cuanto más detallada sea la información que pueda proporcionarle a su médico, mejor podrá ser la evaluación.
Si el médico sigue pensando que no hay nada malo, podría remitirle a un dietista.