¿Las gafas ajustadas pueden causar dolores de cabeza?
Llevo gafas desde que tenía unos 7 años (ahora tengo 26). Llevo gafas desde que me levanto hasta que me acuesto (excepto en la ducha).
He tenido este problema durante mucho tiempo en el que las gafas dejan una abolladura en mi cabeza. Puedo verlo claramente en el espejo cuando me acabo de quitar las gafas y también puedo sentirlo cuando me muevo sobre él con la mano. En cuanto a la estética, no me molesta, pero siento que a veces me da dolor de cabeza, sobre todo cuando hace calor o acabo de hacer un ejercicio intenso. Creo que el calor hace que las venas de mi cabeza se expandan, pero no pueden hacerlo porque son presionadas por mis gafas. Cuando me quito las gafas y siento la abolladura cuando hace calor o acabo de hacer ejercicio, puedo sentir las venas latiendo con facilidad. Normalmente tengo dolor de cabeza, pero me siento aliviado cuando me quito las gafas un poco. ¿Es esto quizás un efecto psicológico o mis gafas ajustadas están causando dolores de cabeza? He tenido problemas similares con otras monturas en el pasado.
He llevado mis gafas a la tienda hace medio año explicando mi problema, pero la gente de allí no dijo mucho. Se las llevaron a otra habitación, volvieron a los 5 minutos, dijeron que las habían ajustado un poco (personalmente no pude ver la diferencia) y me cobraron 5 euros. No solucionó el problema que yo tenía, pero me hizo 5 euros más ligero.
EDICIÓN Septiembre 2016: Noto que este tema está ganando mucha atención. El problema ya está resuelto; los marcos ajustados causaron de hecho los dolores de cabeza. En el momento en que publiqué esta pregunta llevaba un marco de metal que no era lo suficientemente ancho para mi cabeza (durante 8 años). Es cierto que se supone que un cráneo tiene esas abolladuras a lo largo de la cabeza, pero los armazones ajustados lo hacían mucho más distintivo.
Hace 3 meses me compré unas gafas nuevas y busqué específicamente un armazón que se sintiera cómodo y resistente en mi cara. La montura ahora va a lo largo de la piel de mi cabeza en vez de empujarla. Ya no tengo los dolores de cabeza que solían ser tan comunes para mí. La contrapartida es que ya no está tan apretado en mi cara como antes, pero puedo correr sin que se me caigan las gafas.