Hay un estudio que indica que la cantidad de sueño se asocia con la probabilidad de infectarse por el resfriado común. Los investigadores atribuyen el hallazgo a la alteración del funcionamiento del sistema inmunológico, al dormir menos. Esto puede que no responda a su pregunta directamente, pero está relacionado.
El análisis de regresión logística reveló que la duración de sueño más corta evaluada por la actividad se asoció con una mayor probabilidad de desarrollo de un resfriado clínico. Específicamente, aquellos que dormían <5 h (odds ratio [OR] = 4.50, 95% intervalo de confianza [CI], 1.08-18.69) o que dormían entre 5 y 6 h (OR = 4.24, 95% CI, 1.08-16.71) tenían un mayor riesgo de desarrollar el resfriado en comparación con aquellos que dormían <7 h por noche; aquellos que dormían 6.01 a 7 h no tenían un mayor riesgo (OR = 1.66; 95% CI 0.40-6.95). Esta asociación fue independiente de los niveles de anticuerpos previos al desafío, la demografía, la estación del año, el índice de masa corporal, las variables psicológicas y las prácticas de salud.
(énfasis mío)
El estudio identifica las 6h de sueño como el umbral bajo el cual es más probable que se contraiga la infección. Para intentar explicar este fenómeno, los investigadores citan estudios que han demostrado que la falta de sueño puede perturbar la eficacia del sistema inmunológico:
El sueño, junto con los ritmos circadianos, ejerce importantes efectos reguladores sobre el sistema inmunológico.42,43 Las células inmunológicas circulantes, incluidas las células T y B, alcanzan un pico temprano en la noche y luego disminuyen a lo largo de las horas nocturnas, desplazándose fuera de la circulación hacia los órganos linfoides, donde se produce la exposición a las células infectadas viralmente.43-45 Los estudios que emplean la pérdida experimental de sueño también apoyan los cambios funcionales relevantes para la resistencia del huésped. La privación de sueño da lugar a una regulación a la baja en la producción de células T de interleucina-219,44 y a un alejamiento de las respuestas del ayudante T 1, que se caracteriza por una reducción de la proporción de producción de interferón-γ/IL-416. La pérdida de sueño se asocia con la disminución de la capacidad proliferativa de las células T in vitro15 , así como con la modulación de la función de las células que presentan antígenos críticos para la captación del virus46.
Fuente:
Prather AA; Janicki-Deverts D; Hall MH, Cohen S. Behaviorally Assessed Sleep and Susceptibility to the Common Cold . Dormir. 2015;38(9):1353-59