Antes de responder a su pregunta, discutamos primero algunos puntos esenciales:_
¿Qué es la demencia? Tan pronto como alguien tiene “problemas de memoria”, un diagnóstico de “demencia” viene a la mente. Sin embargo, la definición de demencia es mucho más compleja. La demencia es un síndrome clínico de declive cognitivo lo suficientemente grave como para interferir en el funcionamiento social o laboral. El declive cognitivo afecta a diferentes funciones cognitivas como la memoria, pero también a las funciones del lenguaje, ejecutivas y visuoespaciales. La causa más frecuente de demencia es la enfermedad de Alzheimer (EA). Otras causas comunes son la demencia vascular (DVA), la demencia con cuerpos de Lewy (DCL) y la demencia frontotemporal (DFT).
Tu pregunta
“determinar si la demencia puede empezar a mostrar signos a finales de los 30 y principios de los 40”
La demencia es una condición que puede afectar a individuos más jóvenes. Las afecciones relacionadas con la demencia que aparecen antes de los 65 años de edad se definen como “Demencia de inicio temprano” (EOD) o “Demencia presencial”. Aunque la EA, la DVA y la DCL son causas frecuentes de EOD, la lesión cerebral traumática (LCT), la demencia asociada al alcohol (DAA), la enfermedad de Huntington (EH), la demencia de la enfermedad de Parkinson (DDP), la demencia mixta (DM) y la enfermedad de Creutzfeldt-jakob (ECJ) y el síndrome de Down son otras causas frecuentes.
Los hallazgos epidemiológicos sobre la prevalencia de la EOD son escasos. Según los estudios epidemiológicos existentes, la prevalencia de la EOD oscila entre 4,9 y 8 por 100.000 (35-39 años) y 11,9 y 17 por 100.000 (40-44 años) en su grupo de edad especificado (finales de los 30 y principios de los 40).
Aunque algunas de las enfermedades mencionadas pueden aparecer “de novo” (sin conocer el factor de riesgo), los pacientes que sufren de EOD suelen tener una historia familiar positiva para las condiciones relacionadas con la demencia.
Su pregunta
“si hay pruebas definitivas para diagnosticar la demencia”
Como ya se ha mencionado, la demencia es un síndrome clínico que es en gran medida heterogéneo en su presentación clínica, etiología y fisiopatología subyacente. Como tal, cada tipo de afecciones relacionadas con la demencia se define mediante criterios específicos que se basan en el examen clínico, las evaluaciones neuropsicológicas y los estudios de neuroimagen.
El diagnóstico de la demencia se asocia con importantes consecuencias para el paciente. Por ello, en muchos países, la evaluación de la demencia se lleva a cabo en clínicas especializadas denominadas “Clínica de la Memoria”, en las que el paciente es atendido por un equipo de diferentes especialistas como neurólogos, psiquiatras y neuropsicólogos. El paciente se somete a una serie de pruebas clínicas (examen neurológico y de la marcha) y neuropsicológicas, así como a una resonancia magnética del cerebro (si no hay contraindicaciones) y/o a una tomografía por emisión de positrones (según la presentación). El diagnóstico de la demencia se discute luego en un equipo compuesto por todos los especialistas.
En los últimos decenios, el uso de biomarcadores (moléculas que son “marcadores” específicos de una enfermedad) en el líquido cefalorraquídeo, por ejemplo, se investigan como posibles “marcadores” para diagnosticar una afección específica relacionada con la demencia. Esto, sin embargo, todavía tiene que ser confirmado en las próximas décadas.
Con respecto a su experiencia:
Por supuesto que es difícil sacar una conclusión sobre lo que le sucedió, pero espero que los puntos anteriores hayan aportado algunas aclaraciones. Además, tenga en cuenta que la memoria es una función cognitiva compleja que se basa en redes corticales neuronales elaboradas y que está influenciada por otras funciones cognitivas como por ejemplo la atención. La falta de atención o concentración puede afectar al proceso de la memoria. Esto puede ocurrir, por ejemplo, en una situación de estrés o en una situación emocional. Por último, algunas drogas también pueden interferir en el proceso de la memoria. Como tal, hay otros posibles factores que podrían explicar algunos “desmayos”, que probablemente muchos individuos experimentan sin sufrir necesariamente de demencia. Si en los puntos mencionados anteriormente se observa una “señal de alarma” (problemas en otras áreas cognitivas, impacto en el funcionamiento social o laboral, factores de riesgo como antecedentes familiares positivos) que se refiere a su propio historial, puede considerar la posibilidad de consultar a su médico de cabecera.
Fuentes:
- Dickerson, B. y Atri, A. at al. Dementia: Principios y práctica integrales. Oxford University Press. 2014. (un excelente libro de referencia para la demencia)
- Plassman, B.L. et al. “Prevalence of Dementia in the United States: The Aging, Demographics, and Memory Study”. Neuroepidemiology 29.1-2 (2007): 125-132
- Vieira RT et al. Epidemiology of early-onset dementia: a review of the literature. Clin Pract Epidemiol Ment Health. 2013 Jun 14;9:88-95.
- Vieira, Renata Teles et al. “Epidemiology of Early-Onset Dementia: Una revisión de la literatura”. Práctica Clínica y Epidemiología en Salud Mental : CP & EMH 9 (2013): 88-95.
- Gabrieli JD et al. Neurociencia cognitiva de la memoria humana. Annual Review of Psychology. Vol. 49: 87-115