Normalmente, una mujer embarazada puede viajar sin la mayoría de las limitaciones incluso hasta el día del parto. Las consideraciones clave a medida que el embarazo avanza es asegurarse de que la accesibilidad a la atención clínica no se vea obstaculizada. Por ejemplo, no recomiendo ir al África más profunda y oscura cuando se está embarazada de nueve meses.
Dicho esto, las mujeres embarazadas corren un riesgo especial de desarrollar algunas afecciones. Uno de los riesgos es la trombosis venosa profunda, que es un coágulo potencialmente mortal en las venas profundas que puede provocar la muerte. Debido al peso del feto, éste puede comprimir algunas venas profundas de la pelvis e impedir la circulación. Por ello, recomiendo encarecidamente a las mujeres embarazadas (y a todas las personas en general) que hagan descansos cada hora, que se levanten y estiren y que caminen un poco.
Con estos consejos, deberías poder conducir unos cuantos kilómetros o incluso unas cuantas horas, siempre que hagas periódicamente pausas y hagas fluir la sangre.