Sí, la viscosidad de la sangre cambia con la altitud. Este es un estudio en ratas donde el grupo de control se mantuvo a una altitud normal y el grupo de prueba a 5500 metros simulados.
Además, los recuentos de glóbulos rojos, hematocritos, viscosidad de la sangre completa , índice de agregación de eritrocitos de las ratas modelo de hipoxia fueron todos notablemente más altos que los de las ratas normales de control respectivamente.
Cambios en las propiedades reológicas de la sangre después de una expedición a gran altitud Los efectos que está describiendo se llaman “deterioro de gran altitud” (HADT) y en los pacientes con esto, la viscosidad de la sangre es uno de los síntomas.
pero otros indicadores incluyendo la viscosidad de la sangre , el hematocrito, la concentración de hemoglobina y la frecuencia cardíaca fueron más altos en los pacientes con HADT
El estudio de la tasa de prevalencia, y las características clínicas del deterioro de la altura
Este estudio fue sólo en mujeres de edad avanzada, pero sin embargo lo incluiré aquí:
Se ha comprobado que la correlación entre los factores geográficos y el valor normal de referencia de la viscosidad de la sangre entera (230s(-1)) de las ancianas es bastante significativa (F=30. 137, P=0.000).
Valor normal de referencia de la viscosidad de la sangre entera (230s(-1)) de las ancianas y factores geográficos
Lo más relevante para su pregunta, fue un pequeño estudio sobre los montañeros del Monte Everest:
En las muestras de sangre recogidas inmediatamente después del regreso, se observaron alteraciones de algunos parámetros hemorreológicos en comparación con los valores de referencia, y concretamente un aumento de la viscosidad relativa de la sangre, el fibrinógeno y el tiempo de filtración de los eritrocitos junto con una caída del recuento de plaquetas
Cambios en las propiedades reológicas de la sangre después de una expedición a gran altitud
Estableciendo la conexión con los problemas vasculares:
El aumento de la viscosidad se asocia con el envejecimiento, la obesidad, el grosor de la íntima-media carotídea, el síndrome metabólico, la hipertensión, la diabetes, enfermedad cardíaca isquémica y apoplejía
El aumento de la viscosidad de la sangre entera se asocia con el infarto cerebral silencioso