En el estudio que figura a continuación se llegó a la conclusión de que el buen envejecimiento puede depender tanto de las políticas públicas como de los esfuerzos de la sociedad que trabajan contra las opiniones estereotipadas sobre el envejecimiento, reconociendo en cambio la diversidad de la población que envejece, y de fomentar las opiniones optimistas individuales y los comportamientos activos para promover un envejecimiento saludable. El optimismo amortigua el efecto perjudicial de las percepciones negativas del envejecimiento en la salud física y mental. ](http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/24527737)