Sospecho que podría ser intolerante a la lactosa, pero no sé cómo decirlo. ¿Puedo ver a un médico y hacerme las pruebas, o tengo que vivir con la suposición?
Si hay alguna prueba estandarizada, ¿cómo es el procedimiento?
Esta página del NIH tiene mucha información relevante sobre la intolerancia a la lactosa.
Hay varias pruebas diagnósticas estándar para la intolerancia a la lactosa, pero su médico podría pedirle que intente eliminar los lácteos de su dieta antes de recibir cualquiera de esas pruebas. Si el evitar la lactosa alivia sus síntomas, es posible que haya tratado con éxito su intolerancia primaria a la lactosa. Si se siente algo mejor pero aún así experimenta los clásicos problemas gastrointestinales (hinchazón, diarrea), podría tener intolerancia a la lactosa secundaria a una diferente enfermedad como la enfermedad de Crohn o la celiaquía. Tenga en cuenta que la intolerancia a la lactosa es causada por la falta de una enzima (lactasa) en su cuerpo, por lo que la lactosa no puede ser digerida - una alergia a la leche es su cuerpo generando una respuesta inmune a ciertas proteínas de la leche, pero no sugiere ningún déficit enzimático.
Por lo general, su médico llevará a cabo una prueba de aliento de hidrógeno para confirmar un diagnóstico de intolerancia a la lactosa. Cuando le falta la enzima lactasa, no puede digerir la lactosa (lo que significa que no puede absorber la lactosa, ya que es “demasiado grande” antes de la digestión - esto y la liberación de energía son los objetivos del catabolismo). Esto da lugar a que la lactosa se quede sentada después de su consumo (no hay enzimas disponibles para cortarla para el transporte), donde comienza a fermentar en la microbiota de tu intestino. La digestión bacteriana como esta hace que los productos de degradación como el metano, el dióxido de carbono y el hidrógeno (de aquí viene el nombre de “prueba de aliento de hidrógeno”), y podemos medir estos gases a medida que se elevan para escapar de tu tracto gastrointestinal. Un esquema básico:
Algunas personas no exhiben respuestas convencionales a la prueba del aliento de hidrógeno, por lo que una prueba de aliento de metano o una prueba de combinación podría ser más fiable. Alternativamente, pruebas de pH fecal pueden ser usadas para mostrar irregularidades gastrointestinales como la intolerancia a la lactosa (la mala absorción hace que tus heces sean ácidas). Técnicas más invasivas como control de glucosa en sangre o incluso biopsia intestinal para cuantificación de disacaridasa pueden ser empleadas, aunque la población general de pacientes es muy adecuada para pruebas no invasivas como las que requieren sólo aliento o heces y papel de pH.
