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¿Cuándo se considera que la culpa en la depresión es psicótica?

La culpa es una característica de la depresión clínica mayor. Mi duda es, ¿puede la culpa ser considerada delirante para hacer un diagnóstico de depresión psicótica congruente con el estado de ánimo? ¿Puede haber una culpa delirante? Porque, ¿no sería una persona con depresión, si fuera culpable, siempre firme en su creencia (que es característica de un delirio)?

Respuestas (1)

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2018-07-06 10:12:47 +0000

Según el DSM-5 (Asociación Americana de Psiquiatría, 2013, pág. 819) una delusión es una “falsa creencia basada en una inferencia incorrecta sobre la realidad externa que se sostiene firmemente a pesar de lo que casi todos los demás creen y a pesar de lo que constituye una prueba incontrovertible y obvia o una evidencia en sentido contrario”. … Cuando una falsa creencia implica un juicio de valor se considera un engaño sólo cuando el juicio es tan extremo que desafía la credibilidad"

De manera similar, Østergaard, et al. (2012), citando a Maj, et al. (2007), declaran: “Para evitar diagnósticos falsos positivos de EP [depresión psicótica], sólo las creencias que tienen ‘proporciones delirantes’, es decir, que desafían la credibilidad, y se mantienen con ‘intensidad delirante’, es decir, que no cambian por contra-argumentos racionales, se clasifican como delirios”. Existe una intrigante posibilidad de que un sesgo cognitivo específico y medible, el sesgo de Saltar a Conclusiones (Jumping to Conclusions, JTC), pueda servir como marcador de los delirios (McLean, Mattiske, & Balzan, 2017). El sesgo JTC se caracteriza por hacer interpretaciones o juicios tempranos (rápidamente) y basar tales interpretaciones o juicios en pruebas inadecuadas. En cuanto a la medición:

El JTC se mide más frecuentemente por la tarea de las cuentas. Aplicando esta tarea con personas con esquizofrenia, Huq et al mostraron a los participantes 2 frascos de cuentas de colores. Cada frasco contenía cuentas rosas y verdes en una proporción de 85:15, con un frasco que contenía principalmente cuentas rosas y el otro principalmente cuentas verdes. Los frascos estaban ocultos a la vista y las cuentas fueron extraídas de uno de los frascos en una secuencia supuestamente aleatoria pero de hecho predeterminada. En cada sorteo se invitaba a los participantes a indicar si habían decidido de qué frasco (principalmente de cuentas rosadas o principalmente verdes) se extraerían las cuentas. Huq y otros9 comprobaron que los participantes con delirios actuales requerían menos sorteos para tomar una decisión (DTD) que los que no tenían delirios actuales, lo que demostraba un sesgo JTC. (McLean, Mattiske, & Balzan, 2017, p. 345)

Se necesita más investigación antes de saber si la medición del JTC mejora la precisión del diagnóstico.

Stephens & Graham (20014) describen cuatro criterios que definen las creencias en general:

(1) las creencias tienen un contenido de representación;

(2) la persona que sostiene la creencia tiene un alto grado de confianza en que el contenido de su creencia, por ejemplo, “Soy una persona horrible”, es una realidad exactamente representativa;

(3) las creencias forman la base tanto para el razonamiento como para la acción, de tal manera que los individuos sacan conclusiones basadas en la creencia (“porque soy una persona horrible estoy condenado al Infierno”) y pueden tomar acciones basadas en la creencia (una persona católica visita a un sacerdote preguntando, “¿Cómo me preparo para una eternidad en el Infierno?”); y finalmente

(4) las creencias están asociadas con una respuesta emocional, por ejemplo, la creencia de que uno es una persona horrible puede engendrar o exacerbar sentimientos de tristeza, vergüenza, culpa, desesperación o desesperanza.

Este modelo de creencias de cuatro componentes puede servir como heurístico para sondear la “proporcionalidad delirante” y la “intensidad delirante” de las creencias de un paciente, por ejemplo, haciendo preguntas diseñadas para evaluar el grado de confianza del paciente en la creencia; la medida en que el paciente ha sacado conclusiones y ha tomado medidas basadas en la creencia; y las emociones experimentadas cuando se habla de la creencia.

Como muchos síntomas de los trastornos mentales, si un clínico puede observar e interactuar con un paciente a lo largo del tiempo, y si el médico puede entrevistar a familiares o amigos que conozcan bien al paciente, entonces determinar si una creencia califica como delirante se hace algo más fácil.

Referencias

Asociación Americana de Psiquiatría, 2013. Manual de diagnóstico y estadística de los trastornos mentales (DSM-5®). Pub. Psiquiátrico Americano. (ISBN 9780890425558).

Maj, M., Pirozzi, R., Magliano, L., Fiorillo, A. y Bartoli, L., 2007. Phenomenology and prognostic significance of delusions in major depressive disorder: a 10-year prospective follow-up study. The Journal of clinical psychiatry, 68_(9), pp.1411-1417.

McLean, B.F., Mattiske, J.K. y Balzan, R.P., 2017. Asociación de los sesgos de salto a las conclusiones y de integración de pruebas con los delirios en la psicosis: un meta-análisis detallado. Boletín de esquizofrenia, 43_(2), pp.344-354.

Østergaard, S.D., Rothschild, A.J., Uggerby, P., Munk-Jørgensen, P., Bech, P. y Mors, O., 2012. Consideraciones sobre la clasificación de la depresión psicótica en la CIE-11. Psicoterapia y psicosomática, 81_(3), pp.135-144.

Stephens, G.L. y Graham, G., 2004. Reconcebir la ilusión. Revista Internacional de Psiquiatría, 16_(3), pp.236-241.